I. LA FE ES
ECLESIAL
Ø
El Credo tiene su origen en el mandato
del Señor: “Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,; enseñándoles a guardar todo
lo que os he mandado...” (Mt 28,19-20).
Ø El Credo nacerá en
torno al Sacramento del Bautismo. Desde el principio al que iba a ser
bautizado, se le hacían tres preguntas: ¿Crees en Dios Padre todopoderoso?
¿Crees en Jesucristo, Hijo de Dios? y ¿Crees en el Espíritu Santo? Posteriormente estas tres preguntas se irán
desarrollando y ampliando.
. En el siglo I, al que iba a ser bautizado, se le hacían tres preguntas:
-
¿Crees
en Dios Padre todopoderoso?
-
¿Crees
en Jesucristo, Hijo de Dios?
-
¿Crees
en el Espíritu Santo?
. En el siglo II se amplía la parte que corresponde a la Fe en Jesucristo.
. En el siglo IV se pasa de la forma de cuestionario a la de proclamación de verdades.
. Va calando la idea poco a poco y de
forma desigual en toda la Iglesia:
-
En
Occidente, resultarán varias fórmulas, todas en clave de historia de la salvación
que culmina en Cristo, que se hizo hombre por nosotros y vino a salvarnos.
-
En
Oriente, las fórmulas eran más cósmicas y salvíficas.
-
> El "Credo de los Apóstoles": Se tiene constancia de su
existencia en el Sínodo de Milán del año 390.
La fórmula actual escrita tiene origen
español hacia el siglo VIII, aceptada por Roma entre los s. IX y XI.
Fue integrada en el Catecismo de
Trento y apreciados por los protestantes.
> El Credo Niceno-constantinopolitano: Recoge elementos de los dos
concilios, Nicea y Constantinopla. Se fina después de Calcedonia en el 451.
> El Credo del Pueblo de Dios: Formulado por Pablo VI en 1968.
Ø
El creer comporta una dimensión eclesial y comunitaria. Desde el Bautismo se muestra que
el creer nos viene mediante el diálogo, por la escucha. Se nos pregunta, primero:
«¿Crees?». Y, acto seguido, viene la respuesta: «Creo». La Fe viene desde la
audición que la comunidad eclesial te hace y no tanto de la reflexión, que es
un segundo momento. Por eso el cristianismo no es ideología, literatura o
filosofía. En la filosofía, el pensamiento precede a la idea y al concepto. En
la Fe, lo esencial y que penetrará a la persona «viene
de fuera, de la escucha, de la aceptación de lo dado».
Ø
Igualmente,
la Fe está ordenada a la comunidad y desemboca
en una vida comunitaria. La comunidad eclesial, y en ella la comunión, es
parte esencial de la Fe de cada cristiano. El cristianismo
no es un sistema de ideas, sino un «camino». El «nosotros» de los
cristianos no es algo secundario o superpuesto. Somos los convocados o
llamados (ecclesia) en camino hacia la
nueva Jerusalén.