viernes, 18 de enero de 2013

03 Powerpoint: Capítulo V: Creo en Jesucristo

05. Capítulo V: Creo en Jesucristo


Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

La parte dedicada a Jesucristo es la más extensa en las tres versiones del Credo: Apostólico, Niceno-Constantinopolitano, y Pueblo de Dios.
Por eso se ha dividido en dos sesiones.

1ª PARTE  (Primera sesión)

Jesucristo, Buena Noticia:
En los dos últimos siglos ha habido una polémica sobre la identidad de Jesucristo que consistió en lo siguiente:
-          Para unos, le veían preferentemente como Jesús de Nazaret, al potenciar su dimensión humana.
-          Para otros, sin embargo, casi exclusivamente  desde la dimensión divina: el Cristo del Credo.
Últimamente se ha llegado a un acuerdo que consiste en saber que no se puede acceder al Jesús histórico prescindiendo del Cristo de la FE. Uno y otro son la misma persona.
Desde la primitiva comunidad cristiana, la predicación consistió en anunciar a Jesucristo para proponer la fe en Él. La palabra “Jesucristo” encerraba ya dos dimensiones. Así el nombre de “Jesús” significa “Dios salva”, expresando su identidad humana y su misión específica. El nombre “Cristo” (Mesías) significa “Ungido”. Jesús es el Cristo porque ha sido consagrado por Dios para la misión redentora.
Jesús acepta el título “Cristo” siempre que sea compatible con el siervo sufriente “que da la vida por muchos” (Jn 3,13). De “Cristo” procede el nombre de “cristianos”, es decir, los que tienen su misma vocación desde Él.
El término “Señor” (kyriós) se aplicaba solamente a Dios. Revela la naturaleza divina, y los primeros cristianos se lo aplican muy tempranamente a Jesús, al reconocer en él el mismo poder, honor y gloria que a Dios Padre.
            Así Jesucristo kyriós es el único a quien merece la pena someter la propia libertad.

02 Powerpoint: Capítulo IV: Creo en Dios Padre